Reconstruir lo cotidiano de la manera más obsesiva posible. Pesan tanto hasta los más insignificantes detalles como la anécdota central de la historia o las oscuras relaciones afectivas entre los personajes.
No parece existir en la cinta arrebatos efusivos, románticos tal vez, el realizador parece buscar el día a día quizás la razón única de su aspecto formal. De hecho todo viene a resultar rutinario, metódico, de algún modo también vulgar. Truffaut cambió mínimamente la raíz de donde proviene esta noticia
La cámara como silencioso y discreto testigo de un patético equívoco amoroso que viene a arrastrar al protagonista hasta los brazos de la azafata provocando de hecho más que grotescas situaciones
Lo literario impregna la narración quizás como un sobrio documento –el protagonista de la noticia de la que se parte era un médico, el realizador francés lo sustituye por un escritor; relacionado con ese contexto literario el modelo que se nos intenta proponer es el universo literario de Flaubert, en realidad Truffaut nos propone una variante literaria de Madame Bovary excluyendo a Enma para centrarse en el personaje del marido-
El realizador describe la burguesía, sus modos, sus normativas rigideces, siempre a salvo de los contratiempos, que su protagonista también víctima ve derrumbarse durante el trascurso del relato -en realidad el escritor es un mezquino-. Sentimos compasión por la existencia frustrada.
El cineasta recurre a la sequedad realista. El deseo morboso, contenido, revelado mediante un excelente instante de vouyerismo saturado de inesperada sensualidad .