Let it be de Michael Lindsay Hogg

Visto con el transcurrir del tiempo este documental se erige como un atento y proceloso testimonio creativo, en su máximo grado porque, una vez restaurado (gracias a la persistencia de Peter Jackson), el espectador se zambulle en un experimento visual y auditivo intemporal tan fascinante como empático, que traspasa su condición de documento para transformarse asi mismo no solo en un seductor espectáculo musical, sino en un canto a los procesos creativos de The Beatles y su tiempo, y que culmina con el concierto del grupo en la terraza de los estudios Apple en 1969.