La leyenda del tiempo de Isaki Lacuesta

El cineasta actual debería replantearse la frontera existente entre realidad y ficción; por supuesto entre documento y drama. Quizás ésta virtud acompaña la filmografía de Isaki Lacuesta, en su segundo trabajo tras «Cravan vs Cravan», pues ahonda en el Neorrealismo como una declaración de intenciones, partiendo como premisa de un trabajo de campo inicial que, poco a poco, va tomando cuerpo, siempre hacia lo imprevisible, estableciéndose un sutil juego entre lo que hacen y dicen, libremente, sus personajes, interpretados por actores no profesionales; dentro de un entorno: la Isla de San Fernando en la Bahía de Cádiz (la patria de Camarón, y su figura y voz, siempre presentes como un halo, sin imposiciones, introducida como espíritu de emociones trascendentes, lejos de ser un Biopic fastidioso, huyendo de éste), que en sí es otro personaje más (buena iluminación a cargo de Diego Dussuel).

La leyenda del tiempo -a posteriori título de un conocido disco de Camarón dedicado a García Lorca-, la conforman dos historias independientes: la voz de Isra (sabia interpretación del niño Israel Gómez Romero); la voz de Makiko (excelente Makiko Matsumura); sin apenas, ningún puente en común (salvo el personaje de Joji, que aparece en ambas, casualmente), pero sí vinculados por complejos sentimientos y anhelos imposibles, nunca prejuzgados, sino manifestados como libres, discurriendo como un soplo de aire cotidiano, bajo una mirada limpia natural, de silencios y dolor y secretos inconfesables, pero vivos; en definitiva verdaderos, que trascienden, la de la mirada y la voz desnuda; sin prejuicios; del lirismo a lo mágico, que se percibe; sin forzar. He aquí su gran complejidad y humildad; lo vivido: el mundo de la infancia (primera historia) y la madurez que esconde la edad adulta ante el drama (segunda historia); el cambio hacia la edad adulta en definitiva (primera historia); la fortaleza para seguir viviendo (segunda historia).

Obra  inclasificable,  de  complejidad  y,  al  mismo  tiempo,  sencillez  incalculable, premiada en el Festival Internacional de cine de Las Palmas de 2006, como premio del jurado y mejor interpretación masculina.